Empanator: mi primer aplicación para Android

Empanator: mi primer aplicación para Android

Primeros pasos en Mobile

Terminando mi cuarto año de facultad durante el 2014, me encontraba con una red de blogs que me generaban ingresos mensuales más que suficientes para subsistir y que me demandaban poco tiempo gracias a la contratación de redactores. Al mismo tiempo, ya había pasado por la materia de Programación Orientada a Objetos de la mano del lenguaje de programación Java. En esta situación donde contaba con ingresos pasivos y también con conocimientos de programación, fue que decidí adentrarme en emprender algún proyecto más relacionado con mi carrera y no tan ligado a la generación de contenido y el SEO, ya que si bien el armado de blogs requería de la configuración de los sitios webs, no era muy común tener que estar tocando líneas de código.

En esa época, las aplicaciones para dispositivos móviles estaban en auge, lo cual me motivó a empezar a probar cosas en Android. Todavía no existía el entorno de desarrollo de Android Studio (la primera versión estable se lanzó en Diciembre del 2014), por lo que utilizando Eclipse y habiendo descargado el SDK y el emulador de Android, empecé a probar código que encontraba en internet, de la mano de algunos tutoriales de Youtube. El hecho de ya haber programado algunas cosas en Java para la facultad fueron de gran ayuda para poder comprender mejor la programación en Android, ya que estas aplicaciones se programaban en este lenguaje.

Recuerdo también haber visto algunos cursos de programación en Unity, con la idea de que mi proyecto sea algún videojuego básico para móviles. Alcancé a descargar el IDE y probar algunas cosas pero, si bien conocía las bases de C#, estaba un poco perdido y terminé desistiendo de jugar con el framework de .NET en ese momento.

Luego de descubrir que ya podía hacer algo en Android que funcionara, estaba listo para proponerme algún desafío y llevarlo adelante. Siempre me gustó aprender y experimentar las tecnologías con un proyecto o una idea en mente, ya que lo encuentro mucho más motivante y me permite enfocar todo el research en pos de concretar esa idea. Fue entonces que surgió la idea piloto para empezar a experimentar y desarrollar mi primer aplicación en Android: el Empanator.

Nacimiento de la idea

Tanto la idea como el nombre no fueron de mi autoría, por lo que voy a profundizar un poco en lo que recuerdo de ese proceso.

Cuando nos juntábamos a cenar en alguna casa con mis amigos de Olavarría, era muy común pedir empanadas por delivery. Uno se encargaba de preguntar los gustos a cada uno de los comensales, armar una lista de empanadas, y hacer el pedido por teléfono (nota: los comercios no atendían por Whatsapp ni mucho menos existía algo como PedidosYa). Hasta allí no parecía haber ningún conflicto ni problema a resolver. El problema surgía cuando:

  1. Llegaban las empanadas y había que distribuirlas, ya que quien tomaba el pedido anotaba las cantidades totales de cada gusto pero no a quienes les correspondía y cuantas de ese gusto
  2. Terminabamos de comer y había que hacer las cuentas para pagarle al que había atendido el timbre y pagado, ya que todos pedían diferente cantidad de empandas, había gustos más caros que otros, algunos pedían la bebida en el mismo local pero otros no, y a todo eso había que incluir el gasto del mandado que era lo único que se dividía en partes iguales.

En una de esas cenas, uno de mis amigos comentó sobre una aplicación que leyó en Taringa!, que justamente servía para estas situaciones y que se llamaba Empanator. No recuerdo si la buscamos ese día o si la busqué yo luego, pero finalmente me encontré con que esta “aplicación” no era más que una hoja de cálculo con unas fórmulas. Este documento era la idea del Empanator: una app que te permite agregar comensales y empanadas, y asociarles el pedido a cada uno de los comensales para que luego puedas obtener las empanadas que le corresponden a cada uno, el listado completo para hacer el pedido, y el total de dinero que debe pagar cada uno en base a su pedido.

Quien hizo esa publicación en Taringa!, fue el creador tanto de la idea como del nombre, ya que recuerdo algo muy cómico que mencionaba en ese posteo y que decía que el nombre no se pronuncia “Empaneitor” como si fuese en inglés, sino que la pronunciación correcta es “Empanator” tal y como se escribe. Lo que sí fue mi idea, fue llevar este mismo concepto junto con el nombre a una aplicación móvil que fuera más práctica y accesible, es decir, que no requiera de una computadora con Excel.

Desarrollo de la aplicación

Al momento de querer volcar esta idea en una app, me di cuenta que contaba con los conocimientos para que sea funcional, pero no contaba con las habilidades de diseño para que sea visualmente agradable. De todas formas, como era un experimento, no me detuve demasiado en ese problema y tampoco busqué ayuda externa. Descargué iconos en internet a medida que los iba necesitando, e hice atrocidades que incluso alguien que no sabe de diseño se hubiese dado cuenta y lo hubiese corregido. El ejemplo más evidente es haber usado una imagen de fondo de una madera y unos botones de “agregar” y “quitar” que hacen un contraste horrible entre algo rústico y algo moderno. Podría seguir mencionando muchos más ejemplos, pero creo que ya se explica el punto.

La aplicación contaba con 4 secciones:

Comensales: Sección donde se agregaban o quitaban las personas que iban a pedir empanadas

Empanadas: la aplicación ya contaba con los gustos de empanadas más comunes, pero en esta sección era posible agregar nuevos gustos en caso que faltasen. También era posible indicar el precio de las empanadas en caso que alguna sea más cara. No encontré una captura de esta pantalla.

Agregar: en esta sección es donde se registraban las empanadas que quería cada uno. Por cada comenzal se podía desplegar el listado de empanadas y agregar los gustos que desea. También se indicaba en esta sección el costo por defecto de cada empanada, el costo de las bebidas, el costo del envío y otro gasto que se quiera contemplar (estos últimos siempre se dividían equitativamente)

Listado: Esta sección mostraba cuanto iba a salir el pedido en total, el listado de empanadas completo para facilitar el pedido por teléfono, y la lista de los comensales con el total que debe pagar cada uno (un monto que por lo visto en la captura de pantalla nunca tuve intenciones de redondear)

Y básicamente esa era toda la funcionalidad de la aplicación. Algo muy básico pero que me permitió adentrarme en el mundo del desarrollo en Android y los desafíos de programar para dispositivos móviles.

Por ejemplo, uno de los desafíos con el que me choqué por primera vez, es el de la orientación de la pantalla y cómo se disponen los elementos cuando el celular esta en modo vertical u horizontal. Hay muchas aplicaciones que no te permiten rotar la pantalla, y esa hubiese sido la decisión más fácil, pero como estaba practicando y aprendiendo sobre Android, fui más allá y desarrollé la interfaz para ambas disposiciones de pantalla. El modo horizontal ya fue mostrado en las capturas de pantalla anteriores, por lo que a continuación muestro dos ejemplos de cómo se visualizaba la aplicación con el teléfono de costado en las secciones donde hacía más sentido permitirlo.

Recuerdo haber renegado un poco con este tema, ya que cada vez que se rotaba el teléfono, se renderizaba de nuevo la aplicación y se perdía la información cargada. Esto me llevó a leer y aprender un poco sobre lo que en Android se llama Activity y los diferentes ciclos de vida que puede atravesar.

Publicación de la aplicación

Además de ser la primer aplicación de Android que desarrollé, el Empanator también fue mi primera publicación de una app en Google Play. Por lo tanto, tuve que aprender algunos conceptos que hasta entonces desconocía por completo, como por ejemplo compilar y firmar la aplicación para distribución, subir el archivo .apk generado, comprar una licencia de desarrollador, cargar una ficha con información de la aplicación, contestar cuestionarios sobre la aplicación e incluso agregar una política de privacidad (obviamente copiada de Internet y adaptada a mi app).

En ese entonces, este proceso para publicar una aplicación en Android solía ser una traba para los desarrolladores que estaban comenzando con Android, ya sea por desconfianza sobre si su aplicación es apta para publicar, por afrontar el gasto de $25 dólares, o bien por desconocimiento sobre la complejidad de publicarla. Lo cierto es que el proceso en realidad no es nada complejo, y si bien la primera vez es común tener muchas dudas, son todas mucho más fáciles de resolver que el desarrollo de la aplicación en sí. Y hoy en día el proceso es incluso mucho más sencillo ya que Google Play te orienta y te lista las “tareas” faltantes para poder lanzar la aplicación a producción.

Personalmente pase por este proceso siguiendo guías en Internet y completando cosas que no entendía en su momento. Haber publicado el Empanator me ayudó a incorporar los conocimientos para poder acceder al mundo de las tiendas de aplicaciones y el ASO (App Store Optimization), un terreno en auge y mucho menos competido que los sitios webs y el SEO, pero que luego iba a ser tan significativo que pasó a reemplazar mi negocio de sitios webs por un negocio de aplicaciones móviles.

Repercusiones

Nunca tuve en mente que la aplicación sea muy popular, ya que sabía que se trataba de un problema muy puntual para un nicho muy chico y sólo aplicable a Argentina o algún otro país de habla hispana donde existan las empanadas. En definitiva, el valor agregado era similar al de aplicaciones como Splitwise pero acotado a las empanadas. Tal vez de haber hecho algo más genérico para dividir gastos de cualquier tipo hubiese sido algo más revolucionario en ese momento, pero no fue algo que se me haya cruzado por la cabeza en aquel entonces.

De todas formas, la aplicación tuvo cientos de descargas (no recuerdo si llegó a las mil), sin haber invertido en publicidad y sin haber analizado el uso de palabras claves: las keywords eran relacionadas a “organizar el pedido de empanadas”, términos que nadie buscaba en la tienda de aplicaciones.

Además, fue transmitida a través del boca en boca entre mis amigos y compañeros de la facultad, y recuerdo puntualmente que al hablar con uno de ellos luego de unos meses, me felicitó y me comentó que siempre la utilizaban cuando se juntaba con sus amigos y pedían empanadas.

Revisando la cuenta de Google Play, he encontrado varias valoraciones positivas. Comparto algunas que se que fueron orgánicas y no fueron amigos a los que prácticamente obligué a que le pongan 5 estrellas.

Descontinuación

No recuerdo haber hecho ninguna actualización ni mejora de la aplicación luego de pasadas las primeras semanas de ser publicada. Revisando los correos sobre el Empanator el día de la fecha (año 2022), me encuentro con que la aplicación fue suspendida el 14 de Agosto de 2018 debido a que debo indicar si la aplicación es apta para menores de 13 años o no. Esto es algo que podría solucionar en cuestión de segundos para volver a habilitar la aplicación, pero prefiero declarar que la aplicación ya haya muerto con la dignidad que se merece, y se haya retirado en un momento oportuno como lo hacen los grandes, en lugar de querer batallar con las apps actuales cuando su carrera ya se vino a pique.

Bonus track

Me encontré la descripción de la aplicación tal y como estaba publicada en la ficha de Google Play. La adjunto a continuación ya que considero que el ejemplo de caso de uso, si bien está mal enfocado el problema, no tiene desperdicio

Empanator te permitirá organizar un pedido de empanadas en reuniones con amigos cuando todos quieren pedir diferentes tipos y cantidades.

Esta aplicación está inspirada en una hoja de cálculo disponible para Windows, pero optimizada para funcionar de manera más práctica en Android.

Los pasos a seguir para su uso son los siguientes:

_Agregar los nombres de los comensales.

_Agregar los tipos de empanadas que se van a pedir.

_Asignar a cada comensal la cantidad de empanadas que desea pedir

_Completar los costos de cada empanada, del mandado, bebidas y otros costos.

En la última pestaña tendrá disponible una lista con el pedido que debe realizar a la casa que vende empanadas, y otra con el pedido individual de cada comensal indicando la cantidad de empanadas que le corresponde y el precio que debe pagar según su pedido.

Para explicar mejor las situaciones en las que se aplican, les presento el siguiente ejemplo de una reunión entre amigos de Argentina que quieren pedir empanadas:

Tincho: che, somos unos cuantos los que queremos empanadas, mejor anotemos

Carlos: dale. A ver… vos que querés?

Tincho: yo quiero una de carne, una de verdura y una de humita

Carlos(anota): ok. Y vos?

Juan: dos de carne, dos de jamón y queso y una de carne picanrte

Carlos(anota): perfecto. Che turco, de qué querés las empanadas?

Turco: eeeeh a mí anotame con 3 de pollo, 1 de carne, 2 de humita y una de carne picante

Carlos(anota y se habla a sí mismo): mhmmmok y yo quiero mhmm a ver… dos verdura, dos carne picante, una jamón y queso

Juan: cambiame una de carne por una de humita. Me tenté Carlos: dale

En resumen, a Carlos le queda un papel escrito a mano con el siguiente texto:

Tincho– 1 carne, 1 verdura, 1 humita

Juan- 2 carne (tachado), 1 carne, 2 J&Q, 1 carne pic, 1 hum

Turco – 3 pollo, 1 carne, 2 humita, 1 carne pic

Yo – 2 verdura, 2 carne pic, 1 J&Q

Entonces llama a la pizzería o casa de empanadas:

Mr. Empanada (con tono de huevos hinchados): hola pizzería

Carlos: hola? Sí, que tal… para hacerte un pedido? De empanadas

Mr. Empanada: ok, decime

Carlos(poniéndose nervioso): sí, eeeeeh a ver: mandame una de carne, una de verdura y una de humita.

Mr. Empanada: ajá…

Carlos: eeeeh y también dos de carne, o sea dos más además de las que te dije antes, y dos de jamón y queso y una de carne picante y otra de humita. O sea, creo que entonces vamos dos de humita, no?

Mr. Empanada (voz de malhumorado): mhmm séh.

Carlos(aliviado): joya… ah no, esperá. De esas de carne tachá una, porque acá un amigo la había cambiado por la de humita.

Mr. Empanada: te agrego una de humita?

Carlos: mhmm? No, no… es que me habían pedido qu... no importa. Te sigo diciendo: tres de pollo, una de carne, dos de humita, una de carne picante

Mr. Empanada: entonces hasta ahora tenemos solo tres de carne?

Juan (al mismo tiempo que Mr. Empanada): ¿pediste bien lo mío?

Carlos(quien intentó prestar atención a los dos y por ende no entendió nada): eh?

Se imaginarán como termina esto. Insultos, prohibiciones de por vida para pedir empanadas en cierto lugar, malestar socio-económico y genocidio. Y si eso no llega a suceder, cuando llega el pedido todos empiezan con “¿yo que había pedido?” o “bueh, me agarro tres de estas y después vemos” o “¿cuales son las mías?”, lo cual también desemboca en genocidio.

Para evitar este tipo de situaciones se creó el EMPANATOR. Esta herramienta le permitirá registrar ordenadamente el pedido de empanadas, y le abrirá las puertas a frases como:

“Mandame 7 de carne, 8 de jamón y queso, 3 de verdura y 5 de humita por favor”

“Benjamín, lo tuyo son $24”

“Anastasia, vos tenías dos de verdura y dos de humita”